Sobre Mí

Elena Mancera

El impulso de conocimiento siempre ha estado muy vivo en mí. Desde muy pequeña me he preguntado quien era yo. Hubo un momento en mi vida que esta pregunta me llevo a sentir un gran dolor y vacío, entrando en una profunda crisis existencial. Me empecé a dar cuenta en como actuaba en base a lo que los demás esperaban de mí y como me adaptaba al otro hasta desaparecer. Hacerme consciente de esto fui muy doloroso pues empecé a darme cuenta de todo el daño que me había causado.

Esto me llevo a buscar ayuda profesional. Empecé un proceso terapéutico con el método llamado Sicodrama. Me inicie en la meditación y el yoga, dos herramientas que me ayudaron mucho en todo el proceso de volverme a encontrar. Es aquí donde decido formarme como profesora de yoga, profesión que he realizado por más de 8 años. Por este entonces yo ya estaba estudiando Psicología por la UNED, y me daba cuenta la poca importancia que se le daba al cuerpo en toda la carrera. Fue por ello que decidí buscar otras formaciones que unieran el trabajo corporal con lo psicológico y emocional. Fue cuando encontré la formación como Terapeuta Corporal Integrativa. Esta formación me ha dado un mapa para conocer cómo se forma nuestro carácter (ego o personalidad), como esto está grabado en nuestro cuerpo (formando las llamadas corazas musculares) y como desde el conocimiento y sanar del mismo podemos llegar a nuestra esencia más auténtica y libre.

En esta formación vi lo que es vivir desde una máquina, llena de automáticos creados en la infancia por una niña herida y que tan lejos está de la libertad y espontaneidad con la que nacemos. Ese es uno de los objetivo en terapia, recuperar la libertad de ser. Para ello trabajamos mucho con las heridas emocionales, formas de apegos y traumas de nuestro niño/a herido/a. Todas estas experiencias han creado una forma única y personal de cómo nos relacionamos con nosotros mismos, con los demás y con el mundo, que está grabada en nuestro cuerpo y en nuestra psique. Entramos en esos recuerdos para procesarlos, sanarlos y liberarlos, creando espacio para que surja nuevas formas más coherente con la adulta/o que eres. Esto ira haciendo que nuestra coraza se haga más flexible y permeable pudiendo entrar en contacto con nuestros impulsos más auténtico y esenciales. Otro de los objetivos en la terapia, que tu cuerpo sea tu brújula, que entiendas en todo momento que necesitas y tengas la fuerzas de ir a por ello.

El camino de autoconocimiento solo tiene una dirección, hacia dentro. Entrar dentro a veces no es agradable porque con lo primero que nos topamos son con nuestras máscaras, esas partes de nuestro carácter que mostramos con facilidad y que sabemos son aceptadas y amadas, aunque eso nos cueste nuestro bienestar. Lo segundo que nos encontramos es con nuestra sombra, esas partes exiladas de nosotros que tememos los demás conozcan, pero que ahí están. Lo tercero sería el miedo y la culpa, miedo a ser en libertad, a mostrar mi verdad y culpa por no cumplir lo que esperan de mí. Esta sería la antesala a nuestra esencia, mi maestro, Antonio Pacheco, decía; “No hay libertad sin miedo, no hay libertad sin culpa”. Por último llegaríamos a nuestra esencia, a lo que de verdad somos. Esta sería la parte transcendental del proceso, es aquí done me siento unida a todo, mi creatividad esta despierta pudiendo crear la vida que deseo y la conexión con mi cuerpo me guía en mi libertad de ser y expresión única.

Quiero aportar aquí uno de los tantos regalos que me ha dado mi proceso terapéutico y es el conocerme como mujer, recuperar el conocimiento ancestral de la conexión de la mujer con su útero, la tierra y la luna. Es lo que yo llamo mi despertar a lo femenino. Conocer el cambio físico, mental, emocional y energético que vivo con cada menstruación me ha ayudado a respetar mis ritmos y dejar expresar los cuatro arquetipos por los que transito cada mes. Estar en contacto con la naturaleza me ha hecho recordar que yo también soy cíclica y cambiante, respetando mis otoños y mis inviernos y celebrando mis primaveras y veranos. Todo esto me ayuda a vivir en un estado de paz, entrega y confianza en la vida. De estas experiencias nació de mí el facilitar círculos de mujeres, donde acompañar y guiar a otras mujeres en su despertar a lo femenino. Las ceremonias del cacao, donde guiar a las personas, que lo deseen, a vivir la experiencia de vivir desde un corazón abierto. Y la creación de la Alquimia de la Crisálida, proyecto que gestiono con otra amiga y compañera, donde ofrecemos retiros de transformación para mujeres.

Movimiento Intuitivo

De todo mi trabajo profesional y personal con el cuerpo he credo un método de trabajo grupal, llamado Movimiento Intuitivo. Trabajamos la liberación y apertura de corazas, la conciencia corporal y la expresión autentica mediante el movimiento libre. Entre todos creamos un espacio seguro donde dejar salir la sombra y la luz, donde mirarnos con respeto y donde poder ser en libertad. Creo mucho en el poder del grupo para la sanción profunda de nuestras heridas.

FORMACIÓN

  • Graduada en Psicología por la UNED. 2019
  • Formada como Terapeuta Corporal Integrativa. 2021
  • Patrones de Relaciones, Luis Fernando Cámara. 2022
  • Introducción al TRE. Técnica liberación a través del temblor. 2023
  • Introducción a la Teoría Polivagal. 2023
  • Introducción al modelo Internal Family Systems (IFS). 2023
  • Profesora de Yoga y meditación. 2015
  • Profesora Kundalini yoga y crecimiento personal. 2017
  • Técnica en Mindfulness, atención plena. 2015
  • Facilitadora Círculos de Sabiduría Femenina, Catalina Dash. 2020
  • Facilitadora herramientas Memorias Uterinas, Ximena Nohemí Ávila. 2022
  • Facilitadora Ceremonias del Cacao, Myriam Aram. 2022

¿Servicio Personalizado?